Hoy os traigo una receta más que deliciosa y apta para esta temporada primaveral del año, se trata de una riquísima mermelada de fresa a la pimienta rosa cuya receta me topé hace tiempo por internet…
Y a vosotros os parecerá raro eso de juntar fresa con pimienta, pero os puedo asegurar que si la probáis… ya no podréis parar de comer! el contraste del dulce y el salado-picante es espectacular, además de que la pimienta tiene ya de por sí un cierto sabor afrutado :-).
Si buscáis información sobre la pimienta rosa (una que es curiosa, lo ha hecho) os encontraréis con que nada tiene que ver con la pimienta convencional a la que estamos acostumbrados, pues pese a tener ese leve gusto picante, esta pequeña de tan bonito aspecto pertenece a la misma familia que los mangos y los anacardos.
Y para no haceros esperar… ahí van los ingredientes!:
- 500g de fresas
- 250g de azúcar (Si quisiésemos hacer más mermelada, la relación fresa-azúcar siempre será de la mitad ;-))
- una cucharadita de pimienta rosa
- el zumo de medio limón
Para empezar, limpiaremos bien las fresas y las cortaremos en trocitos pequeños, a los que añadiremos el azúcar y el zumo de limón y dejaremos macerar en la nevera de un día para otro (para que las fresas puedan soltar todo su jugo y se forme un jarabe dulce).
Con las fresas maceradas de un día para otro y ya listos para comenzar a hacer nuestra mermelada, con un mortero, machacaremos la cucharadita de pimienta rosa hasta que se abra, sin llegar al punto de que quede hecha polvo.
Mientras, en una olla, pondremos a cocer las fresas troceadas con su almíbar a fuego medio durante 30 minutos, eliminando en todo momento la espuma que comenzará a formarse.
Cuando queden 10 minutos de cocción, añadiremos la pimienta rosa a la olla (para evitar que el toque picante se pierda en el proceso y se intensifiquen los sabores).
Una vez terminada nuestra mermelada y como no le hemos añadido conservantes, la verteremos en botes previamente esterilizados y los pondremos boca abajo, de forma que se haga en ellos el vacío y así, nos duren varias semanas fresquitos y sanotes en nuestras neveras :-).
Lo ideal es dejar que la mermelada enfríe y que los sabores reposen durante 3-4 días antes de probarla y a continuación… voilà! a disfrutar de la explosión de sabor!
Podréis tomarla tanto en el desayuno con tostadas, como con salado tipo foie, mi recomendación… en una tostadita con queso Brie… ¡espectacular!
¿Os animaréis a probarla? :-)
Extraordinaria receta. Tiene una pinta fantástica, debo alabar además el buen gusto por la fotografía.
Muchas gracias por el post.